- Me conoces mejor de lo que crees.
- Sé que suena un poco creído, pero estás así por mí... y no entiendo por qué, si yo nunca te di esperanzas. ¿De qué has vivido tú todos estos años?
- Me enamoré siendo consciente de las dificultades. Sabía lo que me esperaba: las tardes en la ventana, las noches en vela, una almohada empapada, la distancia insalvable entre tú y yo, un sentimiento culpable por estar haciéndome tanto daño conscientemente... quizá me enamorara de lo que sabía que me podía esperar. Quizá los amores sufridos sean más bonitos, ¿no? ¿Quién no quiere una historia así en su vida? Un amor no correspondido... algo paradójicamente precioso.
- Para mí no es bonito, porque yo soy el 'responsable' de esto, de alguna manera...
- Lo siento; ya no hay marcha atrás. No debiste haberme sonreído aquel primer día...
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